Rostros, fauna, orquídeas
En un afán por construir una rutina de trabajo constante con materiales básicos (tinta y papel), se armó espontáneamente una serie de 30 dibujos. Con un formato único de 30 x 40 cm, estos
ejercicios eran una mezcla de observación e imaginación, o de como lo que se observa puede ser transformado por el camino imaginario.
La diversidad cultural de Singapur abre paso a fisonomías y ornamentos asiáticos al tiempo que una fauna hibrida de gestualidad humana, parece reflejar un proceso propio
de mutación emocional que iba visualmente de Caracas a Singapur. Desde esa época en adelante la influencia asiática será siempre marcada o ligera, pero siempre presente. De esa época
también data la fascinación por las orquídeas.