De los tres ejemplares expuestos el más conocido es el Capsicum anuum, comúnmente Pimentón, los otros dos son el gombo, Abelmoscos esculentus y la margosa, Momordica charandia, más utilizada en
la cocina asiática y africana.
Cada vegetal es presentado con su denominación latina, sin embargo, todo lo que les rodea parece esconder la imagen del espécimen : ornamentos, barquetilla de anime,
mantelillos desechables, son una manera de hacer « sensual » el producto, dejando de lado su atributo alimenticio. Sin embargo, cada ornamento no es sino un detalle de disecciones del espécimen
repetidos continuamente para convertirlo en motivo decorativo.
La barquetilla de anime, elemento nuevo en la composición, es un guino de ojo a la industria alimentaria actual, sinónimo de higiene que extrae el producto de su medio organico, que no luce «
atractivo » en los anaqueles de los esceptizados centros comerciales.
El otro elemento, los mantelillos que fingen bordados para tazas y vasos en algunos restaurantes, han sido recuperados de un café para retar su destino : pasar a la basura
luego de los 15 o 20 gloriosos minutos de la merienda.
Así estos vegetales comestibles, a pesar de su nombre y el decorado como un constante llamado a sí mismo, expuestas en sus cajas, pierden su naturaleza. Fuera de contexto, cada
quien escoge sus parametros de lectura a través de los filtros que su cultura le ha inculcado.